El coche supersónico va dando pequeños pasos hacia su objetivo final: alcanzar los 1.600 kilómetros por hora. Hasta ahora, los problemas se habían acumulado para el 'Bloodhound', pero parece que el coche no corre, vuela.

En apenas 20 segundos, el coche pasa de 0 a 537 kilómetros por hora. Lo hace en unas pruebas de velocidad en las que va aumentando la velocidad poco a poco.

Van 11 días de pruebas, tras los cuales empiezan a arrojarse resultados positivos. El viento dificultaba la puesta en funcionamiento, además de los torbellinos y el alto calor en el desierto.

Para que los resultados sean óptimos, las temperaturas deben estar entre los 15 y 20ºC. Estos días en el Kalahari se rondan los 35ºC. El Bloodhound empieza a encontrar el camino y su siguiente paso es llegar a los 800.