La última etapa del Dakar iba a constar de 374 kilómetros cronometrados y de 262 de enlace, pero unas obras de construcción de gaseoductos ha obligado a la organización a tener que recortar el recorrido.

Esto supone menos kilómetros para Carlos Sainz y por tanto menos probabilidades de cometer un error, ya que ahora la distancia cronometrada será de tan solo 167 kilómetros y 130 de enlace.

A pesar de ello el director del Dakar, David Castera, ha asegurado en unas declaraciones para 'Motorsport' que lo que han cambiado es el principio de la etapa, pero que "la que queda es la más complicada de navegación". Además, cree que "mañana pueden pasar muchas cosas todavía" y que los pilotos "pueden perder entre 5 y 10 minutos fácilmente".

No hay que olvidar que en esta última etapa hay una novedad, el Quiddiya Grand Prix, 13 kilómetros de tramo espectáculo. "Es un paseo para los competidores, pueden hacer espectáculo o pasar tranquilamente. Es una idea que tenemos para terminar con algo un poco de fiesta. La carrera es la especial, luego hay un enlace y la segunda parte, que hay que hacerla obligatoriamente pero no hace falta correr", ha explicado Castera.

Aunque este último tramo no cuente para la clasificación general, no harán púbico quién es el ganador hasta que haya terminado estos kilómetros de espectáculo.