Cientos de personas han despedido en Gilet, localidad valenciana, a Laura Salvo, la copiloto fallecida el pasado sábado en un trágico accidente mientras disputaba el rally de Portugal.

Deportistas y autoridades del mundo del motor acompañaron a los familiares en el entierro de la joven. "Ningún campeón podrá nunca volar más alto que Laura Salvo", decía un mensaje en la puerta de la iglesia.

A la finalización de la ceremonia religiosa, se proyectaron imágenes de la joven Salvo, cuya pasión por el motor le venía desde que era una niña.

Su gran sueño, tal y como confesó en una entrevista, era participar en el Dakar, el rally más importante del mundo. Su hermana María Salvo también se encuentra ligada al mundo del motor.

La ceremonia finalizó en el cementerio, donde los allí presentes depositaron flores blancas junto a su féretro. El último adiós de familiares y amigos a la joven, siempre ligada a los rallys. La gran pasión de su vida.