Tres años de proyecto para Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz en una nueva aventura, "probablemente el reto más importante" en el que el veterano piloto de rally se haya visto envuelto a lo largo de su carrera: correr el Dakar con el Audi RS Q e-tron, un coche completamente eléctrico.

Un desafío que puede convertirse en una proeza sin igual, ya que el objetivo es "ser la primera marca y los primeros en ganar el Dakar con este tipo de tecnología", como comenta Sainz en 'Jugones'.

Hay tanta ilusión como incertidumbre. Este tipo de coche de la marca alemana ha sido usado con éxito en otros campeonatos, como el DTM y la Fórmula E, dos categorías que han corrido por trazados asfaltados.

Sin embargo la duda está en si podrá aguantar una de las pruebas, si no la más dura del automovilismo, en un terreno inhóspito lleno de dunas y elementos sorpresa: "Yo creo que el coche va a ser rápido, pero nuestra gran preocupación es que necesitas un coche sobre todo fiable".

Aun así, Sainz avisa de su propósito, y no es solo participar. "Si yo me meto en un proyecto como este, tan nuevo, tan difícil, con Audi es para hacerlo lo mejor posible y para intentar ayudar a Audi a ganar", advierte.