Carlos Sainz va completamente en serio en este rally Dakar. El madrileño, que se ha preparado al máximo para esta cita con las dunas árabes, ha logrado el triunfo con el Mini en la tercera etapa de la prueba, y además lo ha hecho con un tiempo brutal que le permite ser el nuevo líder en la categoría de coches.
El piloto, de 57 años, quiere su tercer Dakar. Para ello se preparó y por ello lucha. Lucha como hizo en las dos primeras etapas, donde bien pudo lograr el triunfo, y como lo ha hecho en esta tercera, en la que, por fin, ha cosechado la victoria.
Tramo a tramo, Carlos dejaba claro que quería ganar. Sainz, brillante en las arenas saudíes, no dio opción a sus rivales con unos cronos extraordinarios que dejaron atrás a los Peterhansel y a los Terranova. Orlando lideraba la general tras la segunda jornada, pero ahora es el español tras entrar el argentino a más de 12 minutos de tiempo.
¿Y si Alonso no hubiera perdido dos horas y media?
Por su parte, Fernando Alonso ha estado simplemente en plan campeón. Lejos de sentir tensión, presión o cualquier cosa anímica que pudiera haber afectado a su espíritu tras la fatídica jornada de la segunda etapa en la que perdió más de dos horas y media.
Esta vez no tuvo problemas. Cero disturbios para el asturiano, para Marc Coma y para su Toyota. Con todo en orden, puso el viento a favor de su conducción y apenas perdió tiempo con los grandes favoritos para hacerse con el triunfo en la general final.
Porque si Sainz lideraba, Fernando rodaba a poco más de tres minutos de distancia de sus cronos. Firmando unos cronos excelsos y más que sobresalientes para un simple debutante.
Entró a meta Alonso a 6:14 de Carlos, y puso su sello en la que es, de momento, su mejor etapa en lo que llevamos de competición en el Dakar.
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