Esta es la competición más absurda y surrealista que hemos visto en mucho tiempo. Consiste en saltar sobre nueve vehículos... sin un objetivo claro. Porque el ganador sale de muchos factores.
El ganador sale después de valorar el vuelo del coche, el estilo, la altura y la distancia del salto. Un reglamento de lo más complejo y subjetivo.
Jugándose la vida. Vuelan por encima de hasta nueve vehículos. Algunos terminan impactando de manera brutal, saliendo de los coches como pueden y levantando las manos para celebrarlo.
"Los autos locos, ¿es deporte olímpicos esto?", ha sentenciado Josep Pedrerol en 'Jugones'.