La plaza por donde el agua corrió con ira asesina es hoy un campo de fútbol infantil. Cierto es que dos meses y medio después, Sant Llorenç aún es un pueblo a medio rehacer.

No es fácil restañar las tremendas heridas de la lluvia, aunque se notan los progresos. Por ejemplo, en el taller que Rafa nadal convirtió en portada de la prensa mundial.

Aquella fue una ayuda intangible. Más palpable el millón de euros que Rafa ha dondado para la reconstrucción del pueblo. Alguna voz escéptica también encontramos.

Pero la mayoría se lo toma como un generosos aguinaldo navideño.Por cierto, en Sant Llorenç se está vendiendo más lotería que nunca. Esperan que el destino les compense con 'El Gordo'.