Puede que esta edición haya sido la más difícil de los últimos años para cualquier atleta olímpico y paralímpico. La preparación programada para cuatro años tuvo que posponerse y alargarla un año más para llegar en óptimas condiciones a Tokio y salir victoriosos.

Eso es lo que han conseguido 53 deportistas españoles, con 17 medallas en los Juegos Olímpicos y 36 en los Paralímpicos, y aunque no hayan sido más los que hayan conseguido llevarse una medalla a casa, todos merecen ser reconocidos, como ha hecho el Consejo Superior de Deportes en este homenaje al que han asistido las cámaras de 'El Chiringuito'.

Allí, han podido hablar con tres campeones, quienes han mostrado sus medallas de oro orgullosos. Ellos son la triatleta paralímpica Susana Rodríguez, el escalador Alberto Ginés y la karateca Sandra Sánchez.

"Estoy muy contenta por todo lo conseguido y por las circunstancias que hubo en el camino", dice Susana mostrando su oro.

Una medalla que pesa, y mucho. "566 gramos", en palabras de Sandra, motivo por el cual Susana reconoce que no la lleva muy a menudo: "Para el cuello esto no es nada bueno".

Sin embargo, para la felicidad sí lo es, ya sea para la del propio deportista como para la del resto de sus seres queridos. "Al principio sí la llevaba porque todo el mundo quiere verla", comenta Alberto, quien no solo ha tenido que sufrir para llegar hasta donde está ahora desde muy pequeño.

"Estaba en Cáceres y tenía que viajar muchísimo con mis padres", comenta, quien ya a muy temprana edad tenía que desplazarse para competir. "Había finde que nos íbamos a Francia, entonces era insostenible. Tomamos la decisión de que fuese a Barcelona con 15 años".

Otros de los sacrificios que hacen aún algunos de estos deportistas es compaginar el deporte con su profesión. Este es el caso de la triatleta, quien, a pesar de ser campeona paralímpica, es "médico especialista en medicina física y rehabilitación".

Parece mentira que no puedan vivir de sus éxitos deportivos, aunque para muchos de ellos el apoyo de sus seguidores es lo que les hace seguir rindiendo al máximo. "Muchísimas gracias por toda la energía, por seguirnos, por estar allí apoyando en los Juegos. Ahora os mandamos nosotros la energía en forma de medalla", comenta la karateka.

Ella es una de las que más muestras de cariño ha recibido, algunas de ellas en forma de correspondencia, como cuenta su entrenador, Jesús del Moral: "Éstas son 'cartas de amor' que le han enviado a ella de Alemania, Bélgica, Holanda...".

Una de esas cartas, la cual Sandra lee a Marcos Benito, es de "una entusiasta coleccionista de autógrafos de ganadores de medallas olímpicas".

Se puede intuir que no será la única atleta española que habrá recibido entonces esa petición, la cual es una muestra de admiración que debería perdurar y hacerse más popular reconociendo la proeza que han conseguido los representantes de ambas delegaciones españolas.