Kentaro Kobayashi, el que fuera la cabeza pensante de tanto la apertura como la clausura de ambos Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, ha dejado su cargo por unos comentarios que han salido a la luz en los que ironizaba en referencia al Holocausto.
Este jueves se confirmaba la decisión a través de una rueda de prensa llevada a cabo por el comité organizador, a lo que el propio Kobayashi no ha tardado en pronunciarse mostrando su arrepentimiento y declarando que eligió "mal las palabras en ese momento".
El vídeo que le ha señalado y forzado a presentar su renuncia fue grabado en 1998, en un espectáculo de humor donde habla de manera "extremadamente imprudente" de los judíos, según ha confesado el japonés, en el que decía: "juguemos al genocidio".
El escándalo ha llamado la atención de los colectivos judíos, en especial al rabino Abraham Cooper, quien ha demostrado su enfado. "Ninguna persona, independientemente de lo creativa que sea, tiene derecho a burlarse de las víctimas del genocidio nazi", ha dicho el Decano Asociado del Centro Simon Wiesenthal.
Por ahora, queda bacante su puesto y desde la organización se están buscando soluciones para la celebración de la ceremonia este próximo viernes. Además de Kobayashi, ya dimitió Keigo Oyamada, otro de los responsables de la música del evento, tras reconocer haber sido participe de actos de acoso a menores discapacitados.