Alguien tenía que refutarlo. Los atletas olímpicos empiezan a llegar a Tokio y algunos han querido saber si la afirmación de que las camas de la Villa Olímpica son 'antisexo' era cierta, tal y como dijo la propia organización.

La verdad es que no lo parece. Así lo ha comprobado el gimnasta norirlandés Rhys McClenaghan, que se subió al colchón a pegar saltos mientras se grababa con el móvil.

Queda así demostrado que las camas de cartón resisten más de lo que se esperaba, incluso para las prácticas sexuales, aunque desde el Comité Olímpico Internacional (COI) no incentivan tales actos.

Hace unas semanas se anunció que Tokio 2020 repartiría preservativos a los participantes, a pesar de que esperan que no se hagan uso de ellos en las concentraciones deportivas.