La Guardia Civil ha desarticulado una organización delictiva dedicada a traficar con Eritropoyetina (EPO) para deportistas a nivel nacional e internacional y detenido a seis implicados por supuestos delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, apropiación indebida, fraude contra la Seguridad Social y falsedad documental.

En el marco de la operación Hipoxianet, la Guardia Civil desarrolló una investigación y un operativo en las provincias de Cadiz y Barcelona, a raíz de una información recibida desde la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad), que señalaba que varios deportistas podrían estar accediendo a estas sustancias dopantes a través de Internet.

Los agentes pudieron identificar al menos 7 páginas web que ofertaban distintos productos esteroides anabólicos sin control sanitario, como por ejemplo, 'www.epobest.com', que ha sido intervenido judicialmente al igual que el resto de páginas.

Los investigadores continúan analizando los amteriales incautados, además de revisar la información contenida en distintos ordenadores, teléfonos, correos electrónicos y cuentas corrientes radicadas en Austria, Eslovaquia y Chipre. Durante las primeras fases del operativo se bloquearon 800.000 euros en distintas cuentas bancarias y bienes inmuebles.

La red mantenía varias páginas web, alojadas en servidores de países, y ofrecía sustancias anabolizantes que los ususarios podían adquirir mediante un peido, a travñés de aplicaciones de mensajería instantánea encriptada a través de un número de teléfono austriaco, que era operado desde España.

La organización, que llevaría operando más de diez años, conseguía la Eritropoyetina por uno de sus miembros del grupo, aprovechándose de su condición de responsable de una clínica de diálisis, falseando los datos necesarios para la realización de los pedidos. Para realizar el pago, los clientes podían elegir varias modalidades, a través de empresas de envío de dinero, transferencias bancarias a cuentas corrientes internacionales, o mediante criptomonedas para facilitar su anonimato.

La red enviaba estas sustancias a varias localizaciones de toda Europa. Esta operación fue coordinada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz y la Fiscalía Provincial, y llevada a cabo por agentes pertenecientes a la Sección de Salud Pública y Dopaje de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.

También se contó con la colaboración de Europol, la Agencia Española para la Protección de la Salud en el Deporte, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la Subdirección de Inspección de Servicios Sanitarios de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y la Dirección en España de la compañía propietaria de la Clínica de Diálisis investigada.