1.400 espectadores fueron testigos del debut de Xavi Hernández como técnico del Al-Sadd. Sin parar de dar instrucciones, siempre de pie y siendo muy ilustrativo, el de Terrasa dio cuenta de que tiene madera para ser entrenador.

"Ser entrenador del Barça son palabras mayores. Hay que estar preparado no solamente futbolísticamente, sino en todas las facetas. Hay mucha presión, tiempo al tiempo", afirmó su padre tras el pitido final.

Algún día puede que le veamos dando órdenes desde el banquillo del Camp Nou como ya hicieron en su momento Johan Cruyff y Pep Guardiola, dos de los ídolos de Xavi.