Con el conflicto entre Israel y Palestina en su punto más álgido, en LaLiga tan solo tenemos un jugador de nacionalidad israelí: Shon Weissman.

El exjugador del Valladolid, que milita en el Granada CF desde el pasado mes de enero, se ha visto muy afectado por el conflicto bélico en las últimas semanas y en el último parón se quedó en casa tras el aplazamiento de los compromisos internacionales de Israel.

"Es un tema delicado. Estoy en contra de cualquier guerra, sea la que sea y con quien sea. Está afectado. En los entrenamientos está siendo una válvula de escape para él y está entrenando muy bien", ha explicado su entrenador, Paco López, en rueda de prensa.

De hecho, para proteger al jugador y evitar un hipotético conflicto en Pamplona, ambas partes, futbolista y club, han acordado que el delantero se quede en Granada tras las recomendaciones recibidas por los órganos competentes en materia de seguridad.

Weissman fue denunciado por llamar a la guerra

Hace unos días, un grupo de granadinos presentaron una denuncia contra el israelí por incitar a la guerra contra los palestinos en redes sociales.

Por ello, y a pesar de que eliminó los mensajes, recibió amenazas de los radicales de Osasuna, los Indar Gorri.