De poco han servido los vítores, los ánimos y los aplausos de Sergio Ramos en el banquillo del Etihad. El Real Madrid, por segundo año consecutivo, ha caído en octavos de finalde Champions ante un Manchester City que se suma al Ajax como vérdugos blancos cuando el camero no estaba en el verde.

Porque ante los holandeses y los ingleses, el andaluz se perdió la vuelta al estar sancionado. Contra los de Amsterdam, Ramos forzó una amarilla viendo resuelta una eliminatoria que terminó por no estar tan resuelta. Ante los de Guardiola, vio la roja directa en la ida.

Sin él, el Real Madrid no pudo ni contra el Ajax ni contra el City. Graves son ambos casos, pues contra los holandeses los por aquel entonces pupilos de Solari perdieron por 1-4 en el Santiago Bernabéu. Esta temporada, ante los de Manchester, la defensa ha sido clave.

Ahí ha perdido el Real Madrid toda opción de remontar el 1-2 que se traían de la ida. Nada más empezar, en el minuto 9, error garrafal de Varane a la hora de sacar la pelota y gol de Sterling. Y cuando podía llegar el empate y la opción de prórroga, el francés volvió a fallar.

En ambas ocasiones, por la presencia de Gabriel Jesus. Y en ambas ocasiones, en dos años consecutivos, el Real Madrid se despide sin Sergio Ramos en octavos, temprana ronda, de la máxima competición continental.

Siempre estará la pregunta de qué habría pasado de haber estado el capitán en el campo. No solo por lo que aporta a nivel futbolístico, sino también a nivel anímico.

En este apartado, el camero hizo todo lo posible desde su posición. Zidane sabe de su importancia, y quizá por ello hizo que viajase a Mánchester a pesar de estar sancionado.

No fue suficiente, y el Real Madrid perdió 2-1 ante el Manchester City para decir adiós a la Champions. Los blancos no estarán en Lisboa, lugar donde dio comienzo el gran dominio europeo de los blancos.