Vinicius fue protagonista en el triunfo del Flamengo ante el Botafogo. Suyo fue el tercer y definitivo gol para sellar el pase a la final de la Taça Guanabara del Flamengo, pero su celebración dejó bastante que desear.

El delantero se llevó las manos a la cara, simulando el gesto de llorar hacia la afición rival. Esto le costó la tarjeta amarilla y dio inicio a una tangana entre los jugadores de ambos equipos.