Una ciudad de 50.000 habitantes. Un sueño de 50.000 habitantes. El Villarreal disputó su primera final europea, llegó a la prórroga y a los penaltis en una tanda perfecta, larguísima, y fue David De Gea el que erró el penalti, detenido por Rulli, que sí anotó el suyo.

Con un Manchester United volcado desde el arranque, el equipo amarillo aprovechó las jugadas a balón parado. Ahí Dani Parejo es un maestro. Y en el área, en el segundo palo, encontró en solitario a un Gerard Moreno cuya temporada ha sido sobresaliente.

Adelantó al Villarreal e hizo soñar a los de Unai Emery (cuatro títulos para él en esta competición), muy sólidos en la primera mitad. Sin embargo, todo iba cambiar en la segunda, cuando llegó el empate de los ingleses.

No podía ser otro que Edinson Cavani, delantero uruguayo acostumbrado a relacionarse con el gol. Aprovechó un rechace y superó a Rulli a placer. El partido volvía a empezar a falta de más de media hora para la conclusión. Y así se marchó a la prórroga.

Resistió el Villarreal toda la segunda parte a pesar de las aproximaciones rivales, aunque no llegaron a ser ocasiones claras. La tuvo Pau Torres en el descuento, pero la pelota se marchó por encima de la portería de David de Gea.

No pasó nada en la prórroga, con los protagonistas en el terreno de juego más pendientes de los penaltis que de buscar el gol. Asomó más el Villarreal, pero tampoco encontró ninguna aproximación clara.

Empezó Gerard Moreno, goleador del partido, marcando en la tanda de penaltis. Y nadie más falló hasta que De Gea erró el penalti decisivo. El Villarreal estrena sus vitrinas con su primer título. El sueño de esos 50.000 habitantes, Pau Torres entre ellos, se cumplió.