El Villarreal no quiso dar pie a una nueva sorpresa en la Copa del Rey y se impuso al Ponferradina por 3-0, tras una gran segunda parte, en la que remontó la ventaja de la ida que traía el conjunto gallego de El Toralín.
El partido arrancó con la buena noticia de ver de nuevo sobre un terreno de juego al meta Sergio Asenjo, tras superar la grave lesión de rodilla que se produjo la pasada temporada.
Sin embargo el infortunio que persigue al Villarreal desde la pretemporada se hizo de nuevo patente y Nicola Sansone tenía que retirarse a los ocho minutos, tras un pinchazo en el gemelo.
El 1-0 favorable a los leoneses de la ida condicionó que el Villarreal afrontase el partido con calma, sabedor de que un gol de la Ponferradina les podía complicar aún más la eliminatoria. Los castellonenses dominaban el partido y Raba se mostraba como el jugador mas desequilibrante.
La mayor calidad de los pupilos de Calleja les permitió generar buenas ocasiones para igualar la eliminatoria, pero unas veces la falta de acierto en el último pase y otras veces en el remate, impidió que llegara el gol.
Con el paso de los minutos, la Ponferradina consiguió asomarse con más asiduidad al marco defendido por Asenjo, aunque les faltó criterio para poner en peligro la integridad de la portería local.
El conjunto de Carlos Terrazas se defendía con mucho orden pero un pequeño desajuste en el último minuto a punto estuvo de costarle el gol, aunque el mal control de Chuca le impidió disponer de un claro uno contra uno con el meta Moldovan.
Si en esta última acción del primer periodo se había salvado el equipo de Ponferrada, no perdonó el Villarreal en el arranque de la segunda, donde una prolongación de cabeza de Raba habilitó a Bakambu para batir al portero de la Ponferradina en el mano a mano.
Además del gol, el cuadro visitante perdió en esa misma acción al defensa Román por lesión. Una vez igualada la eliminatoria, el Villarreal no dudó en ir a por el segundo tanto. Así lo dio a entender el técnico Javier Calleja cuando dio entrada al ariete Carlos Bacca por Soriano.
Los locales tocaban a arrebato y las ocasiones comenzaron a sucederse. Bacca y Bakambu fueron un verdadero quebradero de cabeza para la zaga visitante y que llegara el gol era cuestión de tiempo.
Y de nuevo fue el internacional congoleño el que vería puerta, en esta ocasión al aprovechar un rechace en el área, tras un saque de esquina.
El tanto afectó anímicamente a la Ponferradina que, apenas dos minutos después, recibía la puntilla, tras un gran control de Bacca que le permitió acomodarse el balón para anotar el 3-0 que dejaba la eliminatoria prácticamente sentenciada.
La gran diferencia de potencial entre ambos conjuntos se hizo manifiesta en esta segunda parte, aunque el Villarreal levantó un poco el pie del acelerador tras anotar su tercer gol.
La Ponferradina se mostró algo más ofensiva y se animó a atacar con más descaro en el tramo final del partido, en el que tuvo sus opciones de recortar diferencias. Primero en una acción individual de Yuri, que acabó estrellando el balón en el poste, y posteriormente en un disparo de Caiado que obligó a lucirse a Asenjo.