La Audiencia Nacional ha sido el escenario en el que esta mañana ha declarado Jorge Vilda durante más de hora y media sobre las presuntas coacciones que ha denunciado Jenni Hermoso ante la Fiscalía.
Estas se habrían realizado al hermano de la futbolista en el avión de regreso de Australia.
También ha declarado Rubén Rivera, director de marketing, que está investigado por coacciones durante el viaje de celebración a Ibiza.
Fuentes jurídicas afirman a 'laSexta' que Vilda ha reconocido que habló con el hermano de Jennifer Hermoso para intentar ayudar y "bajar el suflé".
El técnico ha explicado que conocía mucho a Jennifer, le tenía mucho aprecio y por eso, motu propio, habló con su hermano. De hecho, atribuye su cese a la presión mediática y a todo el lío que se había montado.
En su declaración, ha asegurado que no vio el beso cuando se produjo y que en el avión el ambiente estaba muy enrarecido. Como la conoce y no quería agobiarla, fue a hablar con el hermano y le dijo que igual era bueno que Jenni diera su versión.
Eso sí, tanto Vilda como Rivera han negado que Luis Rubiales les ordenara que presionaran al entorno de Jenni Hermoso para apoyar su comunicado.
De hecho, el antiguo director de marketing ha dejado claro que la insistencia por hablar con Hermoso era de Albert Luque, que él era su recadero y hacía labores de logística tales como comprar bikinis para las amigas de las jugadoras o conseguir entradas para discotecas.
El próximo 16 de octubre tendrá lugar la comparecencia de Albert Luque, director de fútbol de la sección masculina, que la semana pasada estuvo en el ojo del huracán tras filtrase conversaciones en las que afirmaba que "Jenni Hermoso no se merece nada por su bajeza humana y su poca empatía con Rubiales".