Los ultras del Eintracht de Frankfurt la liaron en su viaje a Roma.Un gran dispositivo policial trató de conducir a los ultras en su paso por la capital de Italia, pero en la Piazza del Popolo todo se descontroló: hubo carreras y cieto descontrol con los ultras.

Varios de los radicales lograron saltarse el anillo de seguridad para subir a las lanzaderas que debían llevarles al Estadio Olímpico. El reguero de suciedad y botellas de cristal y cervezas que dejaron los ultras ha indignado a los vecinos de Roma.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ha estallado y ha asegurado que no quieren más ultras en su ciudad: "¡A los hooligans no los queremos más!"