El brasileño Anderson Lopes no olvidará su debut con el Sapporo en la Liga japonesa. El futbolista brasileño anotó cuatro goles y estuvo muy cerca de lesionarse tras la celebración de uno de sus goles.

Y es que saltó una valla para celebrar un gol con su afición, pero desconocía la existencia de un foso de tres metros de profundidad entre la grada y el campo. Los comentaristas no se lo podían creer.