Para los que la montaña les parece poco siempre les queda una buena pared vertical. Está en Suiza, en Tesina, y se trata de una presa de 165 metros de altura prácticamente imposible para la persona más preparada.

Y es que este elemento para retener el agua se ha convertido en un rocódromo de 650 peldaños en el que ya da vértigo subir cinco o seis. Eso sí, debido al agua no siempre se puede subir por esta pared artificial.

Para los que se queden con ganas de más, y les haya parecido poco el proceso de escalada, siempre les queda saltar una vez lleguen arriba. Por si no ha habido suficiente adrenalina de por medio.