Bartomeu adelantaba alguna sorpresa y acababa apareciendo: Junior Firpo. Los nuevos fichajes se presentaban ante las peñas, pero uno hacía especial ilusión.

Griezmann acaparó todos los focos y tuvo unas palabras para los socios. Todos se atrevieron con el español, aunque alguno se resistiera a hablar.

En un palacio de congresos abarrotado podía pasar de todo. Neto se sonrojaba mientras Griezmann presumía de club. El Barça tiene nuevos ídolos.