El Metropolitano fue uno, otro, de los grandes culpables de la gran victoria por 2-0 ante la Juventus. El estadio, más ruidoso que nunca, llevó en vuelo al Atlético para cosechar un triunfo importante.

Recordó a las grandes noches del Vicente Calderón. Un Calderón que mientras rugía el Wanda permanecía en silencio.