Ya estamos en el siglo XXI, pero aún en el 2019 hay cosas que siguen escandalizando tanto que es casi imposible verlas. Una de ellas es la homosexualidad en el fútbol, sobre todo en el masculino, donde apenas hay unos cuantos que han admitido que son gays. En el femenino, con un Mundial tremendamente reivindicativo en todos los sentidos, hubo un beso que ha dado la vuelta al mundo.

Fue entre una jugadora de Suecia y su novia, danesa, que vestía los colores de la selección sueca. Sirvió para celebrar una victoria, pero hay muchas jugadoras que no pueden festejar nada de esta forma aunque quieran hacerlo con toda su alma. Y es que hay once países que han jugado el Mundial que tienen en su ley se condena con la muerte el hecho de ser gay, lesbiana o transexual.

Volviendo al masculino, Héctor Bellerín ha denunciado insultos homófobos en múltiples ocasiones. "Me llaman lesbiana por tener el pelo largo. Cuando juego mal la situación se vuelve insostenible", afirma.