Egan Bernal, tercer ganador más joven del Tour de Francia con 22 años, se convirtió en un héroe en su tierra natal, Colombia, al lograr dicha hazaña en la competición francesa. Un país entero aguardaba su llegada para festejar el logro y arroparle entre un ambiente de alegría y expectación.
Sin embargo, los homenajes para Bernal comenzaron un poco antes. Minutos previos al aterrizaje del ciclista en el país sudamericano, la tripulación del avión quiso realizarle su particular homenaje pidiendo a los pasajeros presentes que levantaran sus copas en honor al campeón.
Bernal, muy tímidamente, se incorporó y agradeció el gesto. Tanto en su mirada como en su sonrisa se notaban los nervios fruto de la sorpresa.