Antoine Griezmann aprovechó que no había Clásico que jugar para ir a Estados Unidos y ver uno de los deportes que más le apasiona: el baloncesto. El galo, que descansa este fin de semana al igual que el resto del Barça, disfrutó en la cancha de los Nets en su partido contra los Knicks.

Los de Brooklyn derrotaron al equipo de Nueva York por 113-109, y se rehicieron así de la derrota sufrida en la jornada inaugural de la NBA.

De sobra es conocida la pasión que siente Antoine Griezmann por la NBA. Ya en el Atlético, en cuanto tenía un rato viajaba a Estados Unidos para ver un partido de basket.

Incluso a veces teniendo que ir a entrenarse al día siguiente se ha permitido el viaje. Y es que el galo siente auténtico amor por el baloncesto NBA.