No habrá llenazo en el Camp Nou. Poco, muy poco madridista habrá en este Clásico marcado no solo por la rivalidad eterna entre Barcelona y Real Madrid sino por un ambiente político que ha hecho que muchos aficionados blancos se queden en su casa. De las 500 localidades que tenían los madrileños, tan solo han vendido 103.

"Hay miedo, miedo de llegar a Barcelona y que pueda pasar algo incluso antes del partido", dice Jose Manuel Barona, miembro de la peña madridista II Ritrovo de Ames. En esta ocasión verá el Clásico desde La Coruña.

Desde la capital también se ha preferido quedarse en casa viendo el partido por televisión. "Con este tema político no apetece mucho. Un Clásico ya de por sí tiene un ambiente caliente", afirma Antonio Armero, de la peña madridista La Gran Familia.

Y es que costaba encontrar aficionados del Real Madrid en el aeropuerto barcelonés. "Hemos notado un bajón de 15 ó 20 personas por peña", comentan las agencias de viajes.

Por su parte, la afición del Barcelona prefiere centrarse en lo deportivo: "Lo suyo es hablar de fútbol".

La mayor parte del Camp Nou estará copada por abonados del Barça en, posiblemente, el feudo culé más azulgrana jamás visto en un Clásico.

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