Gareth Bale continúa generando polémica allá por donde va. Esta vez no ha sido de manera directa sino que, merced a sus polémicas declaraciones en las que confirmaba que le "emociona más jugar con Gales que con el Madrid", la afición de su país desplazada a Baku profirió cánticos cargados de ironía hacia el extremo tras el la victoria frente a Azerbaiyán.

Cuando el equipo al completo se dirigía a los aficionados para agradecerles el apoyo, estos tiraron de humor y sorna y comenzaron a corear el orden de prioridades que Bale parece haber asumido: "Gales, golf, Madrid".

No es nuevo, pues Predrag Mijatović, comentó hace escasas semanas que Bale "piensa primero en la selección de Gales, luego en el golf y por último en el Madrid".

El exjugador madridista se mostró indignado con la actitud del jugador al comentar que "nunca sabes si puedes contar con él, si está motivado o no, si está lesionado o no... pero ya verás como mejorará cuando se acerquen las selecciones".

Dicho y hecho. Bale disputó una hora de juego con su combinado nacional tras más de un mes alejado de los terrenos de juego, desde el 10 de octubre, cuando se lesionó en el último parón de selecciones, para más inri.

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El seleccionador galés, la leyenda del Manchester United, Ryan Giggs, decidió alinear de inicio al extremo y sustituirle en el minuto 59 de juego para dar entrada al jugador juventino Aaron Ramsey tras un choque en el que se le vio activo y participativo en la victoria por 0-2 que sirve al equipo para situarse a un punto de Hungría, que ostenta el segundo puesto del Grupo E.

Gales se encuentra en una posición favorable puesto que, en el caso de ganar el duelo ante Hungría el martes, se clasificaría para la Eurocopa de 2020.