Provocaron el caos en el partido de ida ante Inglaterra... y lo han vuelto a hacer en la vuelta. Los ultras húngaros han vuelto a la carga. Esta vez, en Wembley.

Si en el partido que se celebró en Hungría lanzaron botellas a Sterling, Grealish y otros jugadores ingleses, ahora el objetivo fue la policía de Londres.

Cientos de ultras húngaros en la grada de Wembley se enfrentaron a la policía con puñetazos, patadas y lanzamiento de objetos. Todo ello sin que ni siquiera hubiera arrancado el partido.

El bochorno continuó cuando lo hizo. Los jugadores ingleses se arrodillaron sobre el verde, en el que viene siendo ya el habitual gesto contra el racismo, y los ultras abuchearon el gesto.

Una más de estos grupos. Las sanciones de la UEFA a la Federación de su país no ha cambiado nada. Los ultras siguen provocando el caos allá donde van... e incluso se les permite viajar a otros países.

El partido, de fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022, terminó con empate a uno. John Stones marcó para la selección inglesa y antes Rolland Sallai había adelantado al equipo de Hungría.