Era el minuto 36. El Paris Saint-Germain dominaba el marcador gracias a un tanto de penalti de Kylian Mbappé. Y Leo Messi firmó la jugada del encuentro, de la eliminatoria y de estos octavos de final de la Copa de Europa.

El argentino cogió la pelota a más de 30 metros de la portería, se colocó la pelota en su bota izquierda y enfiló la portería defendida por Keylor Navas.

La pelota se coló en la escuadra izquierda, inalcanzable para el exportero del Real Madrid. Un auténtico golazo que celebró rápido, con mucha rabia, consciente de que el Barça necesitaba tres goles para lograr la remontada.