Cómo le gustan al Real Madrid este tipo de partidos. El tipo de partidos que tuvieron ante el Elche. Uno en el que hay gesta. Hay remontada. Hay heroíca. En el que rendirse está prohibido. Sí, eso fue el duelo contra los ilicitanos. Uno en el que perdían por 0-2 y que terminaron empatando gracias a un testarazo impecable de Eder Militao.

Porque el brasileño se elevó por los cielos del Santiago Bernabéu en el descuento. Porque gracias a eso se impuso. Porque, con la cabeza, impactó de lleno el balón suave enviado por Vinicius para batir a un Edgar Badía que tan solo cedió su portería en un penalti lanzado por Modric.

Sí, dicho así parece fácil todo, pero no. Militao tenía hasta a dos jugadores junto a él. Uno de ellos, Mojica, saltó prácticamente con él pero se quedó a medias. Se quedó a medio camino ante la tremenda potencia de Eder en su elevación.

A saber cuánto se elevó, pero de no ser por eso el Real Madrid habría perdido su primer partido en casa en lo que llevamos de LaLiga.

Se le puso tremendamente cuesta arriba todo contra el Elche. Gracias a un Lucas Boyé que se está agigantando con cada partido que juega con la elástica ilicitana. Marcó el primero y dio el segundo a Pere Milla.

Sin embargo, a pesar del 0-2, el Real Madrid no se rindió incluso sin tener a Benzema en el verde. Primero fue Modric, tras una mano clara precisamente de Pere Milla en el área; luego, el ya mencionado Militao.

Así, el Real Madrid sigue invicto en su propio estadio en el presente curso y prosigue con su camino para volver a levantar el título de la regularidad.