España se marchó de la Eurocopa femenina con un cabreo tremendo debido a la actuación arbitral. Uno de los goles de la selección inglesa podría haber sido anulado debido a una falta sobre Irene Paredes. Pero los colegiados no revisaron la jugada.

La frustración de las españolas se vio reflejada sobre todo en Misa Rodríguez, portera suplente. Primero contra el cuarto árbitro, al que se acercó para recriminarle que el gol no se revisara en el VAR.

Posteriormente, en la zona técnica, soltó una patada contra un carrito. Inglaterra se acababa de poner por delante en la prórroga y ese resultado de 2-1 sería el definitivo.

"Si digo lo que pienso, igual me sancionan", dijo Mariona Caldentey al finalizar el encuentro. "A Irene le dan un codazo en la cara, es gol. Luego pitan el final partido en un córner. Da rabia porque lo pones todo", comentó.