En mayo del año pasado, el esperpento se confirmaba: Kylian Mbappé, junto a Al-Khelaifi, anunciaba su renovación con el París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes con una camiseta en la que figuraba 2025.

En principio, hasta dicho año quedaba el francés vinculado con los parisinos... pero la jugada tuvo truco.

Mbappé y su círculo se guardaron una última bala para salir del PSG y exigieron,tal y como contó en exclusiva Edu Aguirre en 'El Chiringuito', una posibilidad de salir en 2024 si el ariete no quería prolongar su contrato hasta el año siguiente.

Pues bien, tras unos meses tranquilos, han vuelto las oscuras golondrinas de las que hablaba Gustavo Adolfo Bécquer al balcón de Al-Khelaifi.

Esa oda al amor perdido es el temor del dirigente qatarí, cuya prioridad, por delante de la renovación de Leo Messi (su vínculo expira en junio), es prolongar el contrato de Mbappé.

Tal y como informa 'L'Équipe', el conjunto galo quiere renovar sí o sí a Kylian antes de que termine esta temporada.

De no conseguir el 'sí' del francés, el cuadro parisino se plantearía una venta para no dejarle salir el próximo verano gratis.

Mbappé tiene cuatro meses, los que restan hasta que finalice la temporada, para decidir si quiere ampliar o no ese año extra que figura en su contrato.

Por todos es sabido que al PSG no le influye jugar a contrarreloj e incluso correr el riesgo de perder a su jugador franquicia sin cobrar un euro, pero también deben saber que no siempre estarán los 'petrodólares' y Emmanuel Macron para ejercer presión sobre Mbappé y convencerle.