Durante la celebración de la selección de Argentina en las calles de Buenos Aires se ha rozado una tragedia que podría haber empañado un día de fiesta nacional en el país.

En plena rúa por las calles de la capital, Leo Messi, Ángel Di María, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Nicolás Otamendi se encontraban en la parte trasera del autobús con la Copa del Mundo.

Entretenidos saludando a la afición, ninguno percibió que se acercaban a un cableado público y tuvo que ser el defensor del Benfica el que alertó en el último momento.

Rápidamente, los cinco futbolistas se agacharon y lograron evitar los cables, aunque el tremendo susto se quedó en sus cuerpos tal y como reflejaban sus rostros posteriores.

Afortunadamente, el hecho solo ha quedado en anécdota y el combinado de la albiceleste ha proseguido la celebración junto a los millones de argentinos que han llenado las calles de Buenos Aires en plena madrugada para celebrar la tercera estrella junto a sus jugadores.