El partido decisivo de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors quedó finalmente suspendido, tal y como anunció el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), Alejandro Domínguez, después del ataque al autobús de Boca el sábado y los violentos incidentes en el Monumental.

"No están dadas las condiciones. Queremos que el partido se juegue sin desigualdades. Vamos a posponer el partido. Vamos a buscar la fecha adecuada. En conjunto, con los dos presidentes, vamos a reprogramar el partido", dijo Domínguez. La CONMEBOL convocó una reunión de todas las partes para el próximo martes en la sede de Asunción, para buscar una nueva fecha para la final.

De esta forma, el ente del fútbol sudamericano atiende de manera parcial a la solicitud de Boca de suspender la final por no estar en "igualdad de condiciones". El cuadro 'xeneize' pidió además la descalificación de River por los incidentes provocados por su afición el sábado, día en el que estaba programada la vuelta de la final.

Poco después compareció ante los medios el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, para señalar a la "mafia de las barras" y la investigación que se está llevando a cabo. Además, Larreta confirmó que la suspensión de este domingo "fue por motivos de equidad deportiva", como exigía Boca.

"El Club Atlético Boca Juniors realizó este domingo una presentación formal ante la CONMEBOL para solicitar que la final de la Copa Libertadores se pueda disputar en condiciones de igualdad, tal como acordaron los presidentes de la entidad sudamericana, de Boca y de River, en el acta que firmaron el sábado en el Monumental", indicó el conjunto 'xeneize' en un comunicado.

"Tras los hechos de violencia sufridos en las inmediaciones del estadio, de haber constatado la magnitud y gravedad de los mismos y las consecuencias que han generado en el plantel, Boca considera que esas condiciones no están dadas y solicita la suspensión del partido, así como la aplicación de las sanciones correspondientes previstas en el Artículo 18, para que la CONMEBOL actúe en consecuencia", añadió, pidiendo la descalificación de River Plate.

La vuelta de la final de la Copa Libertadores se suspendió este sábado después de que el autobús de Boca Juniors, que ganó la ida 2-1, fuese apedreado y atacado con gases lacrimógenos, además de diferentes altercados e incidentes en las afueras del estadio Monumental.

El capitán 'xeneize', Pablo Pérez, tuvo que ser trasladado a un centro sanitario para ser atendido en su ojo izquierdo producto de la rotura de los cristales, de igual manera que Carlos Tévez, que tuvo que recibió cuidados médicos en el mismo estadio, y otros jugadores que sufrieron vómitos.

La CONMEBOL, organizadora de la competición, retrasó en dos ocasiones el partido de vuelta de la final, programado para las 21.00, hora peninsular española, pero finalmente decidió aplazar el choque a este domingo a las 21.00 horas.