Jugada sin parangón la que se ha vivido en el Hajduk Split-Slaven. Los primeros buscan el empate a uno, el portero saca mal y un rival se encuentra con un regalo y dispara a portería... ¿Es gol? ¿Da al palo? Los jugadores lo celebraron como locos... pero el Hajduk monta la contra con el guardameta rival, que había acudido al banquillo nadie sabe por qué.

El empate a uno que había subido al marcador se convierte en 1-0... y un segundo después, en el 2-0.

Los jugadores locales lo celebran, pero sus gestos reflejan que todo es surrealista.