Sergio Ramos ha regresado de la misma forma de la que terminó la pasada temporada. El del Real Madrid ha marcado desde el punto de penalti ante el Betis y sigue con un idilio desde los once metros que dura ya años. Su diana, de nuevo, fundamental en el 2-3 del equipo de Zidane en el Benito Villamarín.

Y es que el de Camas demostró que, desde esa distancia, es prácticamente infalible. Colocó el cuero con calma, se dirigió con toda la tranquilidad del mundo hacia el balón y, mirando a Joel, hizo lo que tenía que hacer y como lo tenía que hacer.

Porque con sutileza, sin exceso de potencia, disparó al centro ante un Joel ya vencido. Porque antes de su tiro, el arquero del Betis ya estaba derrotado. Porque Ramos empieza a marcar sus penaltis desde el mismo instante en que da el primer paso hacia el balón.

Son ya 17 los penaltis consecutivos que ha anotado Ramos en el Real Madrid. Para recordar el último que no logró anotar hay que remontarse hasta, ojo, el 9 de mayo de 2018 cuando David Soria detuvo su lanzamiento en un duelo contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.

Ante el Betis, eso sí, su lanzamiento no estuvo exento de polémica. Fue el VAR el encargado de hacerle ver al árbitro la mano de Marc Bartra. El defensa, en su puja con Borja Mayoral en el área, cayó al suelo y en ese movimiento golpeó el cuero con su brazo cuando el punta blanco buscaba el tiro.

En un primer momento, De Burgos Bengoetxea no vio la acción. Fue en un lance con Tello y Carvajal cuando le llamaron desde la sala VOR y fue al monitor para, nada más verlo, fue directo al área del Betis con la mano en posición de penalti.

Anteriormente, el VAR también había intervenido en una acción entre Emerson y Jovic. El serbio se dirigió hacia el área en una acción en la que primero se señaló fuera de juego, que no era, y que terminó siendo roja para el jugador del Betis.

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