La UEFA informó el martes de la apertura de un procedimiento disciplinario y Boris Mihailov presentó su dimisión como presidente de la Unión Búlgara de Fútbol (BFU), ¿los motivos? El bochorno que se vivió durante el partido del lunes entre Bulgaria e Inglaterra con repetidos insultos racistas a jugadores ingleses, lo que obligó a parar el encuentro dos veces.
Pero tras el 0-6 visitante y los mensajes postpartido de varios jugadores de Inglaterra criticando el comportamiento denigrante y racista de un sector de la afición local, la justidica ya ha actuado:
"Seis personas han sido detenidas hasta el momento y estamos buscando tres más tras haber recogido pruebas sobre su implicación en los incidentes", señaló Georgi Hadzhiev, director del departamento de Policía de la capital búlgara.
Unas medidas que ayudan a paliar una lacra en el deporte, y en la vida, bien definida en este comentario por la estrella inglesa Raheem Sterling tras el partido del lunes:
"Lamento que Bulgaria esté representada por esos idiotas en su estadio. De todos modos... 6-0 y volvemos a casa, al menos hicimos nuestro trabajo. Que tengan un viaje seguro nuestros fans, vosotros lo hicísteis bien".