Brutal escena la que se presenció en las divisiones inferiores de fútbol en Bulgaria. Durante un partido de la cuarta división, un árbitro acabó huyendo del estadio para evitar que los integrantes de un equipo le dieran una paliza.

¿El motivo? No les gustó una decisión del colegiado, por lo que comenzaron a increparle, se encararon con él y llegaron a asestarle diferentes golpes.

EL trencilla suspendió el encuentro en el minuto 21, pero al ver que todo un equipo se abalanzaba contra él, optó por salir corriendo por la puerta del parking para no ser capturado.