Nuevo episodio de violencia en el fútbol base. Un menor de 17 años tuvo que ser ingresado en el hospital Virgen Macarena de Sevilla después de recibir, al final de un partido en Villaverde del Río, dos puñetazos en la cara y una patada en la cabeza de, presuntamente, un jugador del equipo rival.
Tal y como han informado a EFE fuentes de la investigación, los hechos sucedieron en el encuentro juvenil entre el Juventud Deportiva Bormujos y la Unión Deportiva Villaverde, que ejercía de local.
Cuando el menor iba a vestuarios fue cuando sufrió la agresión, que le dejó en el suelo completamente inconsciente.
En el mismo estadio le atendió el 061, para posteriormente ser trasladado al hospital sevillano. Allí estuvo en observación hasta la madrugada.
La familia del menor ha interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil de San Juan de Aznalfarache.
Su equipo, el Juventud Deportiva Bormujos, compartió un comunicado a través de sus redes sociales.
"Nuestro equipo juvenil se desplaza hasta Villaverde para jugar su partido y, tras ganar el encuentro, uno de nuestros jugadores recibe una agresión por parte de un contrario. Incomprensible que esto siga sucediendo. Lamentable que el árbitro se vaya sin dejar nada reflejado en el acta y sin siquiera interesarse por lo ocurrido", cuenta el texto.