Qué duras de ver son las imágenes de un Ronaldinho esposado. Qué difícil es hacerse a la idea de que puede pasar hasta seis meses en prisión preventiva. Todo, porque el brasileño, otrora mejor jugador del planeta fútbol, está encausado por entrar en Paraguay usando un pasaporte falso. Es el cierre, o no, de un jugador que besó los cielos pero que ahora está pasando por los infiernos.

Porque es él, el Gaucho, uno de los máximos exponentes de ese fútbol 'made in Brasil'. De los del 'jogo bonito'. De esos que uno iba a ver al campo a jugar incluso siendo del eterno rival. Un futbolista diferente, con clase, talento y con ese toque de magia. Uno que, al comienzo de los 2000, era el rey.

Era el que todos querían tener en sus equipos en el FIFA o en el Pro. Y claro está, también en la vida real. Fue el Gremio el que tuvo el honor de ser su primer equipo profesional cuando corría el año 1998. Un joven Ronaldinho, que apenas era mayor de edad, deslumbró en su país para destacar sobre el resto y para ser, por así decirlo, el número 1 del draft rumbo a Europa.

PSG, Mundial 2002... y Barcelona

El PSG, cuando aún no era el PSG que conocemos todos, fue el que se adelantó a todos para hacerse con sus servicios. Para ser el club que le abrió la puerta al Viejo Continente. Allí vivió varios de sus mejores años, y fue como jugador de la entidad gala como levantó su primer y único Mundial con Brasil.

Lo hizo, además, destacando. Disputando seis partidos y anotando cuatro goles en el camino de la 'verdeamarelha' en Japón y Corea. Fue Ronaldo la estrella de la final, y quien se haría con el Balón de Oro y con un billete para jugar en el Real Madrid, pero Ronaldinho ya iba dejando claro que era especial.

Que lo tenía todo para jugar en un grande, algo que sucedió en 2003. Llegó al Barça de la mano de Joan Laporta, convirtiéndose en el fichaje estrella de los azulgranas para ese año. Cinco años estuvo en la Ciudad Condal, y con él la Champions League de 2006 que el equipo de Frank Rijkaard conquistó ante el Arsenal.

Del Balón de Oro al declive

No le valió para ser Balón de Oro, pues ese año el honor cayó para un Fabio Cannavaro campeón del mundo con Italia. El dorado galardón, eso sí, lo recibió en 2005, año en el que obtuvo por segunda vez consecutiva el premio a mejor jugador de la FIFA. Fueron esos años los que vieron al mejor Ronaldinho. A un Ronaldinho tocado por la varita mágica del fútbol.

Sin embargo, no tardó mucho en llegar su caída. El brasileño, posiblemente por su gusto por socializar, se dejó llevar. Se dejó ir y de hecho se especuló mucho en su día por su peso debido a una instantánea sin camiseta que dio la vuelta al mundo. La llegada de Pep Guardiola al banquillo culé no hizo otra cosa que acelerar su marcha para ceder el trono azulgrana a Lionel Messi.

El Milan, su último equipo en Europa

Puso rumbo a Milán, para vestir de 'rossonero' en el comienzo del desastre en el que siguen los de la Lombardía. Ni el club ayudó ni él estaba ni mucho menos en su mejor momento de forma, dejando patente que el Barça le vendió en el momento exacto. Fue en 2008, y en 2011 haría las maletas para volver a Brasil.

Incluso tuvo un breve periplo en México para jugar en el Querétaro en la 2014-15 cuando ya se acercaba el final. Cuando, con 34 años, iba llegando el adiós a una carrera en la que ganó absolutamente todo lo que un jugador profesional puede ganar en el fútbol.

"Es tonto", dice su abogado

Ahora está en prisión preventiva en Paraguay por acceder al país con un pasaporte en el que ponía que él es guaraní de nacimiento. Un lío más para Ronaldinho, uno que, de nuevo, tiene que ver con los pasaportes. Su abogado, en una defensa insólita, ha llegado a afirmar que es "tonto".

Todo queda en manos de la justicia paraguaya. Mientras, el presente del jugador que puso en pie al Santiago Bernabéu siendo futbolista del Barcelona está entre los barrotes de una prisión de Paraguay en la que puede pasar hasta seis meses.