Corría un 3 de junio de 1997, en un amistoso que enfrentaba a la selección brasileña frente al combinado francés, cuando Roberto Carlos dejó una estampa para la historia del deporte rey. Tras una falta sobre Ronaldo, el lateral izquierdo ubicó el esférico a 35 metros del arco de Fabien Barthez, tomó una considerable distancia para coger carrerilla y golpeó con una enorme agresividad, potencia y decisión el esférico.

Dada la fuerza del disparo, el cuero cogió un efecto imposible, de fuera hacia dentro, y se coló en la meta gala sin que Barthez pudiera hacer apenas nada más que mirar como el balón se introducía en su red. A día de hoy, ni el propio Roberto Carlos sabe como se consumó ese gol.

Actualmente, con 46 años y ya retirado desde hace casi una década, Roberto Carlos ha aprovechado su periodo de vacaciones para reeditar su mítico gol a Francia. En un vídeo que ha colgado en su cuenta de Instagram, el brasileño muestra que no ha perdido la potencia de golpeo que tanto le caracterizaba en su etapa profesional.