Aunque se daba por hecho que el Rey Felipe acudiría al partido, la Casa del Rey ha hecho oficial su asistencia a la final, que siempre ha presidido desde que fue proclamado jefe del Estado. Su primera final copera fue en 2015, en el Nou Camp, disputada entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao.
En 2016, ya en el Vicente Calderón, el Rey asistió a la final entre el Barcelona y el Sevilla y el pasado año, también en el ya clausurado estadio madrileño, jugaron el equipo catalán y el Alavés. En las tres ocasiones en las que Felipe VI ha presidido la final de Copa, siempre ganadas por el Barcelona, hubo silbidos cuando se interpretó el himno español.
La junta directiva del Barça anunció que con motivo del encuentro contra el Sevilla, medita llevar a cabo una acción reivindicativa como respuesta al "entorno social y político excepcional" que vive Cataluña a causa de las causas judiciales abiertas por el proceso independentista, según señaló el portavoz del club, Josep Vives.
Sobre la posibilidad de que haya silbidos, Vives aseguró que el club catalán respeta "la libertad de expresión" siempre y cuando sea "pacífica y respetuosa". "No nos gusta que nadie silbe a nadie, pero siempre respetamos la libertad de expresión. La libertad de expresión nunca nos ha dado miedo", apuntó el portavoz de la entidad culer.
Será la segunda ocasión en la que Felipe VI acuda al Wanda Metropolitano después de que presidiera su inauguración el pasado 15 de septiembre.