Fue una de las imágenes más comentadas del 2-0 de Argentina a Polonia: el 'rifirrafe' que tuvieron Leo Messi y Robert Lewandowski en los minutos finales de partido.

Con México apretando para ampliar su ventaja sobre Arabia Saudí y con la única diferencia de las tarjetas amarillas para inclinar la balanza de la clasificación a octavos para polacos o mexicanos, Lewandowski pisó el acelerador.

El delantero del FC Barcelona, ávido de recuperar la posesión para evitar un nuevo tanto de la albiceleste que les hubiera dejado en la lona qatarí, se excedió en la presión sobre Messi y cometió falta.

Inmediatamente, el '9' fue a disculparse con el'10' tendiéndole la mano y llegando a tocarle el torso para llamar su atención, pero Messi respondió con la más absoluta indiferencia y ni siquiera le miró.

Con el pitido final, ambos volvieron a hablar e intercambiaron palabras con la boca tapada para evitar que las cámaras captaran el mensaje, pero el rostro de ambos reflejaba que habían terminado bien.

En zona mixta le preguntaron a Messi qué se habían dicho, y Leo, elegante, huyó de comentar qué se habían dicho ya que era, según él, un tema de "intimidad".

"Me enseñaron que todo lo que pasa adentro de la cancha queda adentro de la cancha y todo lo que pasa en un vestuario queda adentro del vestuario. De mí no va a salir algo de la intimidad", señaló el '10'.

Con el 2-0 a Polonia, Argentina certificó su pase a octavos de final del Mundial de Qatar, donde se medirá ante Australia el próximo sábado. De vencer al cuadro 'aussie', su rival en cuartos llegaría del ganador del Países Bajos - Estados Unidos.