El Real Madrid está atravesando por un bache. Por uno por el que pasan muchos pero que no se pueden permitir los más grandes del mundo del fútbol. Sin el liderato de LaLiga, fuera de la Copa del Rey y en problemas en Champions League, los blancos bien podrían tener en el Clásico ese punto final y de partida para dejar atrás la crisis y reecontrar la felicidad. Para ello, necesitan de Benzema.

Porque necesitan gol. Simplemente. Necesitan recuperar a un Karim que está en sequía y que en este 2020 tan solo ha marcado dos goles. El galo no anota desde que lo hiciera el 1 de febrero, cuando hizo la diana que sirvió para que el Real Madrid sumara tres puntos ante el siempre correoso Atlético.

En este 2020, coincidiendo con la sequía de Benzema, ha sucumbido ante el Barcelona en LaLiga dejando a los culés el liderato, después de que en estas dos últimas jornadas hayan sumado tan solo 1 punto (ante el Celta en el Santiago Bernabéu), y también ha caído en Copa ante la Real y visitará el Etihad después del 1-2 ante el Manchester City en Champions.

Sí, necesitan gol, y eso que en lo que llevamos de año en Liga siguen manteniendo una buena media anotadora sin que Benzema haya aportado más que dos goles. Ante el Barça será clave que esté en su versión tigre y deje de nuevo al gato en el recuerdo. Que afile sus garras y que pruebe a una defensa, la culé, que muestra ciertas dudas en varias fases del juego.

Seis goles le ha marcado Benzema al Barcelona, aunque su último tanto en un Clásico en Liga ante los azulgranas se remonta a la ya lejana temporada 2015-16. Sin Hazard como socio, sigue la duda de a ver cómo monta Zidane un ataque que sigue echando de menos a Cristiano cuando hace año y medio que el luso se fue a la Juventus.

Karim es fijo, pero todo lo demás son incógnitas. Si un 4-4-2, si un 4-3-3... si Isco o si Bale o Vinicius. Si sorprenderá o si no. Sea lo que sea lo que haga Zidane, Benzema estará bajo lupa. Si juega bien pero no marca seguriá bajo ella. Si el Real Madrid pierde, también.

La solución pasa por lo que siempre pasa. Pasa por marcar, por salir de la mala racha y de la crisis y por ganar el Clásico al Barça. Así saldrá Karim de esas atentas miradas que siempre le han acompañado.