Se ha liado la mundial en el José Zorrilla. El final de la primera parte en el Real Valladolid - Sevilla ha dejado una imagen inédita. El Real Valladolid atacaba con el tiempo cumplido.

Tras un córner, el balón quedó muerto en la frontal del área y Sergio Escudero enganchó un zurdazo potente para hacer el primer gol del partido.

Los jugadores blanquivioletas corrieron a celebrar el gol cuando el colegiado lo anuló señalando el camino de los vestuarios. El árbitro no dio validez al gol alegando que había pitado el final del primer acto antes del golpeo, provocando un enfado descomunal por parte de los jugadores del Real Valladolid.

El reglamento indica que el partido concluye con el primero de los tres pitidos, que se produce antes de que el balón entre en la portería, por lo que, con la norma en la mano, está bien anulado. Sin embargo, el Valladolid entiende que el trencilla se equivocó al interrumpir una ocasión de gol.

Tras la tensión que se produjo en el descanso, el Real Valladolid retrasó el inicio de la segunda mitad saliendo tarde al terreno de juego, dejando solos al árbitro y a los once jugadores del Sevilla mientras el público del José Zorrilla abroncaba al colegiado con una sonora pitada.

A los pocos minutos, el entrenador blanquivioleta, Paulo Pezzolano, habló con Ortiz Arias sobre la situación y los jugadores saltaron al césped para disputar la segunda parte.

El encuentro, al final de los 90 minutos, terminó con 0-3 para el Sevilla gracias a los goles de Rafa Mir, de Papu Gómez y de Tecatito Corona.