José María Giménez no acabó el encuentro contra Ghana de manera amistosa. Tras algunas jugadas controvertidas, el central uruguayorajó de la actuación arbitral y, además, agredió a un miembro de la FIFA.
Tras finalizar el encuentro, Uruguay se quedó fuera de los octavos de final y varios jugadores charrúas fueron a protestar fervientemente al árbitro. Llegó a haber empujones y, en el altercado, Giménez propinó un codazo a un oficial de la FIFA, que pese a no haber confimaricón oficial, se cree que es el Director de Competiciones.
Esta agresión le puede costar muy cara al jugador. La sanción mínima es de "quince partidos o un periodo de tiempo adecuado por agredir (propinar codazos, puñetazos patadas, puñetazos, escupir...) a un oficial de partido", como recoge la organización en su Código Disciplinario.
Y no solo afectaría a Giménez, sino también al Atlético de Madrid. Las sanciones graves, como es el caso, afectan también a nivel de clubes. Por ejemplo, Luis Suárez fue sancionado por su mordisco a Chiellini durante el Mundial de 2014 y la sanción de cuatro meses que sufrió le afectó con el Barcelona, con el que acababa de fichar y se perdió once partidos.
Por tanto, el Atleti está pendiente a la decisión de la FIFA con Giménez, ya que las acciones del uruguayo le pueden salir muy caras al equipo madrileño.