Vergonzoso, lamentable, insólito, esperpéntico... faltan adjetivos para calificar lo que ha ocurrido en la tarde de este lunes en el estadio Eryaman Stadyum de Ankara (Turquía).

Al final del Ankaragücü - Rizespor, tras el empate de los visitantes en el minuto 97, el presidente local, Faruk Koca, ha bajado al terreno de juego para agredir al árbitro.

El dirigente le ha asestado un puñetazo al colegiado Umut Meler que le ha dejado el ojo morado. Además, al caer, ha sido pateado en el suelo.

El Rizespor se ha encargado de escoltar al trencilla hasta el túnel de vestuarios después de lo ocurrido al término de un partido que tuvo dos expulsiones. Se espera una severa sanción para el presidente.