Surrealista, pasmoso, explosión del alter ego... llámenlo como quieran, pero la acción de este portero de Vietnam dará la vuelta al mundo y deja la jugada entre Bono y Haaland en los octavos de la Champions League en un juego de niños.

En el partido que inauguraba la segunda división vietnamita entre el Can Tho y el Cong Ag Nhan Dan, el portero local, Phạm Trần Thanh Vũ, perdió los estribos y, de haberse tratado de otra liga, probablemente se hubiera ido al vestuario antes de tiempo.

Después de que el colegiado del encuentro decretara penalti del guardameta en el tiempo añadido con 1-1 en el marcador, Phạm Trần Thanh Vũ se encaró con el trencilla y recibió tarjeta amarilla por la acción.

El portero atajó la pena máxima y, en lugar de lanzarse a la contra para ganar el partido, se lanzó contra el árbitro para celebrar la parada en su cara mientras se deslizaba por el suelo.