La imagen es absolutamente escalofriante. Un policía apunta a un ultra con su pistola a escasos centímetros. Todo ocurrió en medio de una batalla campal entre aficionados radicales.

Algunos de ellos disparan con artefactos a los policías. Más de 60 agentes han resultado heridos y 5 han tenido que ser hospitalizados.

La policía se ve obligada a reducir a los hinchas incluso con perros mientras reciben disparos de artefactos que esquivan por centímetros.

Es el gran derbi de Copenhague, donde los ultras de los dos equipos de la ciudad se enfrentan lanzándose bengalas de un lado a otro. Una imagen que avergüenza al fútbol.